Ubicado al norte del distrito histórico de la ciudad de Quitburgo, fue la residencia oficial de la familia imperial y sede del gobierno del Reino de Quito. Se trata de uno de los edificios de estilo neoclásico más grandes del país, y uno de los tres palacios reales de mayor extensión del continente, junto al Palacio Imperial de Petrópolis (Brasil) y el de Chapultepec (México). Tras la abolición de la monarquía en 1972 se convirtió en el Museo Imperial de la República de Quito, dedicado a conservar la memoria histórica de la época quiteña del Imperio.